LA INDUSTRIA A SIMPLE VISTA

LOS MEDIOS NOTICIOSOS EN ESTADOS UNIDOS Y PUERTO RICO
TOTAL DE MEDIOS: 624
FUENTE: BASE DE DATOS DEL ESTADO DE LOS MEDIOS NOTICIOSOS LATINOS, JUNIO DE 2019

CANTIDAD DE MEDIOS

Identificamos 624 medios noticiosos latinos en Estados Unidos, incluyendo a Puerto Rico. (Véase nuestra sección sobre los medios puertorriqueños.) Si excluimos a Puerto Rico, la cantidad se reduce a 558.

TAMAÑO

Los dos jugadores principales, Univisión y Telemundo, suman un total de 136 estaciones de televisión entre las 181 estaciones que identificamos. Univisión tiene y opera 65 estaciones, junto con las 26 estaciones de UniMás, una cadena hermana propiedad de la misma corporación que transmite programación de Univisión. Telemundo, propiedad de Comcast por medio de NBC Universal, tiene y opera 45 estaciones. Identificamos 49 estaciones de televisión locales que no son propiedad de ninguna de estas compañías.

Encontramos 244 periódicos y 32 revistas. Todas son publicaciones impresas, de propiedad independiente y con pequeñas salas de redacción o sin ninguna sala de redacción. Muchas no producen contenido original. Las compañías de periódico más grandes que sirven al público latino son ImpreMedia, una red de dos diarios y dos periódicos que sirven a Nueva York, Los Ángeles, Chicago y Longwood, Florida; Mundo Hispánico, una red regional basada en Atlanta de un periódico local y varias publicaciones digitales; y los 22 periódicos en español que son propiedad de compañías de periódico en inglés. (Véase una lista completa en el Apéndice.)

También identificamos 87 publicaciones exclusivamente digitales, en su mayoría sitios web con salas de redacción pequeñas o sin ninguna sala de redacción. Y nuestra investigación encontró 33 podcasts y dos boletines —de nuevo, todos con salas de redacción pequeñas o sin ninguna.

Estados Unidos tiene cientos de estaciones de radio en español, pero la mayoría de estas no producen contenido noticioso y no se incluyen en este informe. Identificamos solamente 37 estaciones de radio que producen contenido noticioso para las comunidades latinas; la mayoría de las cuales son pequeñas y propiedad de miembros comunitarios latinos.

PROPIEDAD Y PERTENENCIA

Los pocos peces grandes en la industria —de los cuales los más grandes son los gigantes de la televisión, Univisión y Telemundo— son propiedad de corporaciones que no son latinas o fondos de capital privado que no son latinos tampoco. Los periódicos medianos son mayormente propiedad de compañías angloamericanas de medios de alcance nacional y regional. Los latinxs son dueños de la mayoría de los medios pequeños e independientes.

Televisión

Univisión, la compañía más grande de las que sirven a la población latina, es el medio más antiguo de habla hispana exclusivamente y la primera cadena de televisión en español en Estados Unidos. Es propiedad de un consorcio de capital privado dirigido por Saban Capital Group, que pagó más de $13 mil millones por la compañía en 2007 y lleva una década tratando de venderla para generar ganancias. (La última oferta recibida, según un ejecutivo de Univisión, fue de $16 mil millones; los dueños no la aceptaron porque “están enfocados en una cifra más alta”.)

Fundada en Texas (con un nombre diferente) por un inmigrante mexicano en 1955, Univisión lleva mucho tiempo atada a Televisa, el conglomerado de medios más grande de México, propiedad de la familia Azcárraga. La familia siempre ha querido ser dueña única de la compañía, pero la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) prohíbe la propiedad extranjera de medios de transmisión en Estados Unidos. “Para evitar que las reglas de la FCC limiten el porcentaje de estaciones bajo la propiedad de inversionistas extranjeros, Azcárraga se asoció con dueños de estaciones a lo largo de Estados Unidos que ya eran ciudadanos estadounidenses”, escribió Jessica Retis, una profesora e investigadora que ha estudiado extensamente los medios estadounidenses de habla hispana, en su informe más reciente, Hispanic Media Today (Los medios hispanos en la actualidad).

Univisión ha tenido varios dueños estadounidenses que no son latinos, Hallmark incluido.

Saban Capital Group compró la cadena de Cisneros Group, un grupo de medios basado en Florida originalmente de Venezuela. Actualmente, los Azcárragas son dueños de alrededor del 30 por ciento de Univisión. La compañía tiene un acuerdo con Televisa que requiere que Univisión compre el contenido (principalmente telenovelas) del conglomerado mexicano a un costo de $300 millones anuales.

Por mucho tiempo, como nos dijo un antiguo ejecutivo de Univisión, la única estrategia de la cadena en cuanto al público era ofrecer contenido mexicano a los latinxs en Estados Unidos: Lo que funcionaba en México, se presumía, funcionaba para los latinxs estadounidenses también. La población latina en Estados Unidos era entonces mucho más pequeña de lo que es hoy. (Solamente 6 por ciento de los habitantes del país eran latinxs en 1980.) Y la mayoría de los espectadores de Univisión en aquel entonces eran inmigrantes mexicanos.

Pero las telenovelas no apelan a los latinxs más jóvenes en Estados Unidos hoy. “Por muchos años, la fórmula funcionó”, dijo un ejecutivo de Univisión, “hasta que la industria empezó a tener que competir con Netflix, Hulu y otros contenidos de producción por demanda”. En años recientes, el rival de Univisión, Telemundo, ha estado ganando terreno con series que son más relevantes, desde el punto de vista cultural, para los latinxs en Estados Unidos. Desde por lo menos el año 2014, el consorcio de inversionistas de Univisión ha tratado de irse público para vender la compañía. Por esa razón, buscó hacerse más atractivo al mercado latino más joven y bilingüe y, en 2016, compró Gawker Media, un grupo ampliamente leído en los sitios web en inglés. Pero sus intentos por convertirse en una compañía que se cotiza en la bolsa fallaron.

En 2018, un grupo de consultoría fue contratado para reestructurar a la compañía —de nuevo, para poder venderla. El resultado fue un proceso drástico de reducción de costos que terminó en un cambio de liderazgo, cientos de cesantías, la venta de Gizmodo Media Group (conocido anteriormente como Gawker Media) por una fracción de su precio de adquisición, y la anulación de una ambiciosa y modernizadora operación de noticias digitales (más información sobre eso en nuestra sección titulada Modelos espectaculares de innovación).

Telemundo, la segunda cadena de televisión más grande, también fue fundado por una persona latina. Ángel Ramos, un empresario puertorriqueño, lo comenzó como una estación local en la isla a mediados de los 50. Pero desde 1983, cuando se lo vendió a John Blair & Company, la cadena ha sido propiedad de corporaciones que no son latinas. Comcast, el conglomerado de telecomunicaciones, es el dueño actual. En 2010, asumió control de Telemundo cuando adquirió a NBC, al cual Telemundo había comprado en 2001.

Con Comcast, Telemundo empezó a sobrepasar a Univisión en los índices de espectadores durante los horarios pico. Y, desde entonces, ha expandido su cadena de estaciones locales, adquiriendo a tres en la primera mitad de 2019 solamente y creando “duopolios” —estaciones noticiosas conjuntas de NBC y Telemundo— en regiones con poblaciones latinas grandes, una estrategia que ha aumentado su oferta de noticias bilingües.

Muchas otras estaciones locales de televisión también pertenecen a corporaciones que no son latinas. Spectrum tiene a NY1 Noticias en Nueva York, por ejemplo, y Sinclair Broadcasting Group tiene a Telemundo en Austin. Hay excepciones: LATV con base en Los Ángeles, una compañía privada que se promociona a sí misma como “la única cadena de propiedad latina que queda en el espacio de la televisión hispana” y Hispanic Information and Telecommunications Network (HITN) con base en Brooklyn, una estación de difusión pública cuya Junta Directiva incluye a cuatro directores latinos.

Periódicos y sitios web

La propiedad de periódicos cae bajo tres categorías amplias de propiedad: extranjera, independiente y local, y los que son propiedad de compañías de medios anglos.

ImpreMedia tiene dos de los periódicos en español más antiguos en Estados Unidos: El Diario La Prensa en Nueva York y La Opinión en Los Ángeles. Con sede en Brooklyn, ImpreMedia es también dueño de los periódicos La Raza (Chicago) y La Prensa (Florida Central). Todas estas publicaciones tienen una larga historia como defensores de las comunidades a las que sirven y todas han tenido dificultades para sobrevivir en décadas recientes. Surgieron en 2003, cuando John Paton, un inversionista de medios, creó ImpreMedia.

En 2012, la compañía se vendió al dueño de La Nación en Argentina, el reconocido periódico de Buenos Aires. Los ejecutivos de la compañía en Buenos Aires y Brooklyn dijeron que ImpreMedia es autosostenible, es decir, no incurre gastos operativos para su compañía madre, la cual tampoco ayuda a financiarlo. “Este es un negocio difícil, pero somos rentables”, dijo el presidente de Impredia, Iván Adaime.

Las salas de redacción de ImpreMedia han visto ola tras ola de cesantías en los últimos años y sus publicaciones impresas han perdido lectores drásticamente. Las salas de redacción, dijo un editor que entrevistamos para este informe, pasan por “un proceso de reducción constante”. La Opinión, por ejemplo, pasó de ser una sala de redacción con más de 100 empleados hace 20 años a un equipo actual de redacción con apenas 15. Estas reducciones han tenido un gran impacto en el contenido. Debido a una escasez de recursos, La Opinión dejó de producir el periodismo investigativo dirigido a la rendición de cuentas que había sido su emblema en el pasado. Estas publicaciones también han perdido influencia, dicen los ejecutivos de la compañía. Antes, por ejemplo, siempre que el presidente de México visitaba Los Ángeles, programaba una visita a La Opinión. En aquellos tiempos, el editor en jefe del periódico se reunía periódicamente con líderes de comunidades latinas: políticos, comerciantes, diplomáticos y otras personas con influencia.

Ese ya no es el caso. Lo mismo se puede decir de El Diario La Prensa que solía representar, en particular, a la comunidad puertorriqueña en la ciudad de Nueva York y era una plataforma importante para su creciente influencia política.

Mundo Hispánico, fundado en 1979 como el periódico de Atlanta en español, fue comprado en 2004 por The Atlanta Journal Constitution, propiedad de Cox Media Group, la compañía basada en Atlanta que se encarga de docenas de publicaciones impresas y digitales en todo el país. Mundo Hispánico se vendió en septiembre de 2018 a Mundo Hispano Digital Network, una compañía de medios orientados a la tecnología y a los latinxs que ahora es propiedad del exsenador estatal de Georgia Sam Zamarripa y dos empresarios, Marcos González y René Alegría. Mundo Hispano Digital Network se define a sí mismo como “parte de un esfuerzo colectivo por fomentar empresarios mediáticos hispanos alrededor del país”. Publica un periódico para la comunidad hispanohablante en Atlanta y un sitio web de alcance nacional.

Los 23 periódicos medianos que identificamos como propiedad de compañías de periódicos anglos son mayormente publicaciones hermanas en español de periódicos en inglés en ciudades o áreas metropolitanas con una población latina significativa. Por ejemplo, El Nuevo Herald, propiedad de McClatchy, comparte una sala de redacción con The Miami Herald. Al Día, una publicación en español de The Dallas Morning News, es propiedad de A. H. Belo Corporation. Según los editores que entrevistamos para este informe, estas publicaciones en español típicamente reciben muchos menos recursos y menos atención por parte de sus dueños que sus contrapartes en inglés. A los editores a menudo se les pide que traduzcan el contenido de la publicación del inglés al español, con el propósito de llenar las páginas de las publicaciones para los lectores latinos, pero rara vez traducen su propio contenido original al inglés.

El modelo prevalente de propiedad para los periódicos latinos, las revistas noticiosas y los periódicos publicados exclusivamente por internet, según nuestra encuesta, es una propiedad latina independiente y privada. Ese parece ser el caso de la mayoría de las publicaciones impresas más pequeñas (periódicos y revistas) que encontramos. Nuestra encuesta y nuestras entrevistas hallaron estas características comunes entre dichos propietarios independientes: Son inmigrantes de América Latina. Ganan poco, o ningún, dinero de sus medios. Y, en muchos casos, usan sus ingresos de otros negocios o profesiones para mantener las publicaciones. (Encontramos a un músico a tiempo completo, un vendedor de carros usados, un abogado de inmigración y un asistente de maestro, junto con un comerciante que creó una plataforma digital para ayudar los latinxs con sus impuestos.)

Algunas de estas editoriales consideran que sus medios son “proyectos de amor al arte”. Muchos los usan para abogar por los inmigrantes latinos. La mayoría se considera una voz para sus comunidades. Pero, con recursos muy limitados, enfrentan dificultades para producir contenido original, recurriendo a agencias noticiosas y columnas de opinión voluntarias de miembros de su comunidad. En algunos casos, es posible que una sola persona sea responsable por asistir a eventos, reportar, escribir, editar, hacer el diseño gráfico, vender anuncios y hacer entrega de los periódicos.

Radio

Cientos de estaciones de radio sirven a las comunidades latinas a lo largo de Estados Unidos, en su mayoría en español. La mayoría ofrece principalmente contenido musical y religioso; solamente unas cuantas (encontramos 37) producen contenido noticioso. Muchas de estas estaciones son comerciales y están bajo la propiedad privada de cinco grupos principales de radio, el más grande de los cuales es Univisión.

Entre las estaciones de radio que producen contenido noticioso original, encontramos modelos públicos —Radio Bilingüe, una cadena pública que tiene y opera 13 estaciones no comerciales en California y el Suroeste; y Latino Public Radio en Rhode Island— y estaciones rurales comunitarias y cooperativas. Jessica Retis ha explicado que, en Hispanic Media Today, particularmente en el caso de la radio:

. . . los medios públicos y comunitarios han tenido un rol particularmente importante en el activismo hispano contra la discriminación, el racismo y la explotación. De forma similar a la tendencia de movimientos teatrales latinxs, los proyectos de radio comunitaria en español y bilingües fueron fundados principalmente en áreas rurales con una presencia mayoritaria de trabajadorxs y estudiantes latinxs.

Por último, encontramos unos cuantos medios sin fines de lucro que incluyen los podcasts Latino USA (en inglés) y Radio Ambulante (en español), ambos distribuidos por Radio Pública Nacional. También identificamos un modelo de propiedad cooperativa, Neta, en el Valle del Río Grande, Texas. (Más sobre Radio Ambulante y Neta en nuestra sección titulada Modelos espectaculares de innovación.)

MODELOS DE NEGOCIO

El modelo de negocios prevalente para los medios latinos es de una dependencia en las ganancias provenientes de la promoción, un modelo tradicional que está en crisis.

La crisis alcanzó a los medios en español unos años después de que alcanzara a los medios en inglés, según un estudio de 2011. Fue apenas ese mismo año que las publicaciones impresas en español sintieron el impacto de la interrupción digital. Aunque el público ya había empezado a disminuir, los gastos de promoción seguían creciendo. Desde entonces, los números han disminuido consistentemente tanto en lectores como en ganancias por promoción. Las personas a las que entrevistamos para este informe citan la estabilidad económica como su preocupación más importante. Las publicaciones impresas pequeñas, que incluyen periódicos gratis que han servido a las comunidades locales por años, están teniendo dificultades para conseguir anuncios de pequeños negocios comunitarios que tradicionalmente les han apoyado —en algunos casos, nos dijeron, debido a que estos negocios no tienen los recursos para vender anuncios agresivamente.

Al mismo tiempo, la transición a las plataformas digitales, en su mayoría sitios web, ha sido difícil, porque el dinero de los anuncios no está migrando a los sitios de Internet de las publicaciones. Los editores de publicaciones medianas en español se quejan de que se ven obligados a adoptar estrategias de ciberanzuelo (que en inglés se conoce como clickbait). Los reporteros se quejan de que su desempeño se mide por la cantidad de veces que las páginas de sus historias son vistas, y no por su impacto. Y un editor encargado de una publicación especializada, de exclusiva publicación por internet, nos dijo que los sitios web en español están en desventaja debido al prejuicio de los buscadores, incluido Google, que indexa insuficientemente el contenido en español en Estados Unidos.

Muchas publicaciones tienen dos tipos de público completamente distintos: uno para sus ediciones impresas tradicionales y otro para sus plataformas digitales. Este es el caso de La Opinión, El Diario La Prensa y El Nuevo Herald. Su creciente público digital tiende a ser internacional; su decreciente público impreso es local. Algunas compañías tienen dos salas de redacción, con el fin de crear contenido específico para cada público. ImpreMedia tiene sus salas de redacción de imprenta en Nueva York y Los Ángeles, enfocada cada una en el público local y las noticias locales. Una sala de redacción separada y digital se enfoca en las noticias nacionales y depende considerablemente de la cobertura de asuntos de inmigración.

“No hay espacio para crecer solamente en la internet”, dijo un ejecutivo de ImpreMedia. “Nuestra mayor dificultad es que tenemos un negocio que está creciendo y desarrollándose, y otro que se está cayendo en picada”.

También hay una división generacional: El público impreso es, como sucede en todos los otros sitios de la industria de medios, de mayor edad que el público digital. En el caso de los latinxs, esto crea un abismo generacional aún más profundo, debido a las diferencias culturales entre una población en disminución de mayor edad —inmigrante y de habla hispana— y una población más joven en aumento —nacida en Estados Unidos, bilingüe y bicultural.

Al preguntar cuál era su necesidad número uno, la mayoría de los editores que entrevistamos respondieron “más recursos”. Alfredo Carbajal, editor en jefe de Al Día en Dallas, el diario en español del periódico The Dallas Morning News, dijo que su recomendación —para su compañía y la industria de medios en general— es seguir invirtiendo en una investigación que produzca información acerca de la naturaleza cambiante del público.

“Eso va de la mano de las plataformas y la tecnología”, dijo. “Los medios noticiosos y periódicos antes obtenían investigaciones todos los años; el cambio era más lento. Ahora, el cambio es constante, rápido. Si tomamos decisiones basadas en investigaciones más frescas, vamos a tomar decisiones mejor informadas. Eso necesita ser una prioridad ahora mismo”.

La televisión en español también ha sido lenta en adaptarse a la interrupción digital. Los modelos de negocio de Univisión y Telemundo siguen considerablemente enfocados en comerciales tradicionales dentro de su programación. “La televisión sigue siendo la prioridad de la compañía”, dijo un editor digital de Univisión. “No estamos siendo innovadores; nos estamos quedando en lo seguro porque ningún otro tipo de anuncios funciona en el mercado de habla hispana”.

Las ganancias totales de Univisión para 2018 fueron de más de $2,7 mil millones. Telemundo no publica sus ganancias, pero según The Wall Street Journal, la cadena está “encaminada a casi duplicar sus ganancias operativas netas desde 2014 hasta $844 millones este año [2018], según estimados de Kagan, un grupo de investigación mediática dentro de S&P Global Market Intelligence”. Aún así, aunque sean rentables, estos medios de difusión enfrentan el mismo reto generacional que enfrentan los periódicos, con un público potencial más joven que consume noticias (y deportes y entretenimiento) de plataformas no tradicionales.

Los modelos de negocio innovadores siguen siendo escasos en la industria de los medios noticiosos latinos, según nuestra investigación, pero unos cuantos casos espectaculares revelan la ruta del cambio en la industria. (Para más información sobre los medios de vanguardia, véase nuestra sección titulada Modelos espectaculares de innovación.)

Remezcla, una plataforma para millennials latinxs, recibe más de 80 millones de visitas al año y tiene un seguimiento robusto en las redes sociales. El medio se define como una “publicadora digital, agencia creativa y [empresa de] entretenimiento”. Sus fundadores —Nuria Net, periodista; Claire Frisbie, productora de contenido digital, y Andrew Herrera, quien tenía experiencia previa en finanzas— usaron sus ahorros y donaciones de familiares para lanzar Remezcla en 2006. Empezó como el tipo de blog de cultura y música latinas que podía encontrarse en MySpace y otras plataformas del momento. En 2008, los socios recibieron $100.000 de Microsoft Zune, entonces una plataforma de música de Microsoft, para crear listas de reproducción y producir eventos musicales dirigidas al mercado latino para la marca.

Remezcla pronto se expandió, convirtiéndose en una cadena de sitios web y boletines sobre la cultura latina en Los Ángeles, Miami, Chicago, Nueva York y Phoenix. Las dos mujeres se fueron de la compañía en 2009 (Frisbie) y 2010 (Net). Remezcla siguió creciendo, tanto en su alcance a latinxs jóvenes como en términos económicos. La compañía recibió una inversión de $11 millones en 2017. Hoy, sus colaboraciones con marcas de mercado masivo para la producción de eventos es un aspecto central de su modelo de negocios.

También identificamos una pequeña cantidad de medios sin fines de lucro, mantenidos gracias a subvenciones, apoyo por parte de fundaciones, donaciones, eventos o una combinación de lo anterior. Futuro Media Group, la compañía fundada por María Hijonosa, presentadora y productora ejecutiva del podcast en inglés Latino USA de la Radio Pública Nacional (NPR, por sus siglas en inglés), recibe fondos de fundaciones, patrocinadores corporativos y donaciones individuales. Radio Ambulante, el podcast en español fundado por la empresaria Carolina Guerrero y el autor Daniel Alarcón, tiene apoyo de fundaciones, donaciones individuales y eventos en vivo (y cuotas de membresía). Ambos podcasts tienen acuerdos de distribución con NPR en Estados Unidos.

Finalmente, identificamos una serie de pequeñas publicaciones y estaciones de radio que usan voluntarios y no tienen ganancias.

UN ENFOQUE EN LAS NOTICIAS LOCALES

La industria de noticias latinas tiene un enfoque noticioso decididamente local. Según nuestra investigación hasta el momento, la cobertura local es el contenido principal de una mayoría de medios que sirven a las comunidades latinas a lo largo del país.

Aunque las grandes cadenas de televisión, Univisión y Telemundo, producen noticieros nacionales y globales desde su sede en Miami, cada una de sus estaciones locales produce independientemente noticieros locales en español. “Las contrataciones están yendo a las estaciones locales”, nos dijo un ejecutivo de Univisión. “Ya que al liderato nuevo le importa la política local, lo ven como una oportunidad”. Univisión recientemente se asoció con News 12 Networks de Altice, una cadena de canales de noticias hiperlocales por cable que sirve a Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut, con el fin de difundir noticias locales en español entre sus suscriptores.

En el transcurso de los últimos años, Telemundo ha expandido agresivamente su cadena de estaciones locales. Su afiliación con NBC le ha permitido crear “duopolios”, salas de redacción compartidas por ambas cadenas para producir contenido local dirigido a públicos de habla hispana y de habla inglesa, compartiendo recursos y, en algunos casos, reporteros. Estos duopolios están ubicados en Los Ángeles, San José/San Francisco, San Diego, Dallas, Chicago, Miami, Washington (DC), Filadelfia y Boston.

Spectrum NY1 Noticias, el canal por cable propiedad de Spectrum que ofrece noticias 24 horas al día en español en la ciudad de Nueva York, se ha alejado recientemente de la cobertura noticiosa más tradicional de alcance a nivel ciudad, para moverse a una cobertura hiperlocal orientada hacia la comunidad. Al explicar la movida, el director de la estación Roberto Lacayo, dijo que el periodismo televisivo “ha crecido alejado de nuestras comunidades, nuestros vecindarios”, creando desiertos noticiosos en muchos barrios y fallando en proveer una cobertura importante.

En un lamento por el “periodismo de paracaídas” que vio en la ciudad, Lacayo identificó más de 20 barrios en Manhattan, Brooklyn y Queens con altas concentraciones de hispanohablantes y asignó reporteros para cubrirlos. (El cable de Spectrum no tiene servicio en el Bronx.) Entonces, él requirió que esos reporteros vivieran en los barrios, para que “arriesgaran el pellejo” y se responsabilizaran ante su público. Como resultado, la agenda noticiosa del canal por cable pasó de una dependencia en historias delictivas a un enfoque en historias comunitarias (que incluyen la crónica de vidas ejemplares) y el periodismo de servicio. En estos días, la transportación pública es un tema importante para NY1 Noticias.

Un reto que enfrentan los medios locales que cubren noticias locales, según nuestra investigación: Los cambios continuos en las características demográficas latinas. El editor de un periódico en Kentucky, por ejemplo, nos dijo que su publicación antes servía a migrantes mexicanos rurales, pero en años recientes la población hispanohablante se ha convertido en una urbana con más personas centroamericanas y puertorriqueñas. El editor de un periódico en Columbus, Ohio, vio cómo su público se transformó después de un gran influjo de personas venezolanas. Adaptarse a estos cambios demográficos puede ser difícil, especialmente para las salas de redacción que tienen pocos recursos, o ninguno.

Otra dificultad sobre la que escuchamos repetidamente es la de encontrar reporteros y editores bilingües con experiencia periodística y suficiente conocimiento de la población latina en Estados Unidos y sus asuntos, particularmente cuando se trata de cobertura local. Muchos reporteros y editores que actualmente sirven a la población latina en medios en español son inmigrantes de países de habla hispana. (Esta preocupación fue la razón por la que la Escuela Graduada de Periodismo Newmark lanzó su programa de maestría en español en 2016. Su misión es producir reporteros bilingües con un conocimiento profundo de las comunidades latinas en Estados Unidos.)

Solamente una pequeña cantidad de medios —por ejemplo, Remezcla, Latino USA y NBC News Latino (el vertical en español para historias latinas de NBC News Digital)— tienen una perspectiva nacional. Y solo unos cuantos tienen una perspectiva global: Radio Ambulante y CNN en Español, por ejemplo, ofrecen historias y noticias para un público global de habla hispana tanto en Estados Unidos como en América Latina.

NEUTRALIDAD VERSUS INCIDENCIA

Las organizaciones noticiosas latinas tienden a identificarse con las comunidades que sirven, según revelan nuestras entrevistas, y sus periodistas a menudo se identifican como defensores de esas comunidades. Esto no es nada nuevo. El rol histórico de los medios hispanohablantes en Estados Unidos ha sido el de abogar por los derechos de comunidades latinas marginalizadas y, como mostró un reciente estudio de Pew Center, los “habitantes de áreas de mayor proporción hispana están más dispuestos a tener periodistas que expresen sus puntos de vista”. Pero es una corroboración importante en una era de desconfianza generalizada en los medios noticiosos y una era en que el ideal de neutralidad profesado por los medios dominantes tradicionales en Estados Unidos está bajo escrutinio y debate.

María Bastidas, directora de contenido digital en Mundo Hispánico, explica el rol de apoyar a la comunidad de esta forma: “Nuestra conexión con la comunidad proviene de que todos en una sala de redacción somos inmigrantes; todos sufrimos para poner nuestros documentos de inmigración en orden”. Los lectores constantemente llaman a la sala de redacción, añadió, “para pedir consejos sobre decisiones cruciales, como si es sensato salir de la casa durante redadas de inmigración”. Bastidas dice que también ha recibido llamadas de personas que viven en El Salvador y Guatemala, “preguntando si pueden enviar a sus hijos, si deben venir o no, ‘¿debo cruzar la frontera o no?’”.

Esta es una experiencia común entre los reporteros de publicaciones en español. “Cuando alguien tiene un caso de inmigración, nos llaman a preguntar si conocemos a un abogado. Si un perrito se pierde, nos llaman”, dijo Wilder Gómez, director y dueño de Al Día Media, que incluye Columbus al Día.

“Nos identificamos con la comunidad”, dijo Gabriel Lerner, editor en jefe de La Opinión en Los Ángeles. “Sufrimos su mismo sufrimiento. No somos neutrales”.

Según Selymar Colón, ex editora en jefe de Univisión News Digital, el poder de la marca de Univisión es “la relación que tenemos con la comunidad, la confianza que nos hemos ganado”. El público de la cadena, dijo, “tiene un sentido de familiaridad” con Univisión, “una intimidad, [un sentido de que] algo les pertenece”.

Varios periodistas y editores latinos que entrevistamos recalcan, en contraste, la cobertura que los medios dominantes tradicionales dan a las historias latinas. La cobertura dominante tradicional a menudo es estereotipada y prejuiciosa en lugar de neutral, dicen.

“La cobertura mediática de los latinos es muy vergonzosa y nosotros brindamos un oasis de contenido positivo e inspirador”, dijo el ejecutivo de un podcast de Washington, D.C.

Los medios dominantes tradicionales abordan las historias latinas “como si estuvieran descubriendo todo de nuevo por primera vez”, dijo un editor en Univisión, porque “hay una falta de conocimiento” acerca de los asuntos que les importan a estas comunidades.

“Los medios anglos solamente nos toman en cuenta cuando uno de nosotros roba, muere o le hace daño a alguien”, dijo el editor de una publicación de Palm Beach, Florida, añadiendo, sin embargo, que esto parece estar cambiando desde que Trump se convirtió en presidente. “Siento que son un poco más compasivos hacia nosotros ahora; sus historias son más humanas”.

Los habitantes de áreas con mayor proporción hispana están más dispuestos a tener periodistas que expresen sus puntos de vista, pero tienen menor probabilidad de haber hablado con un periodista local.